KTM X-Bow GT-XR: Un GT2 para el día a día

KTM presenta un superdeportivo extremo basado en su coche de competición GT2

De cara a 2023 KTM tiene una nueva joya en sus manos. Se trata del KTM X-Bow GT-XR, mostrado por primera vez en la segunda mitad de 2022 y que llega para este año. Se trata del coche de calle más extremo que la marca austríaca haya realizado hasta el momento – que ya es decir. En definitiva, se trata de un coche de carreras que ha sido adaptado para su uso en la carretera como otros superdeportivos que pueden encontrarse en el mercado actual. Es además un modelo muy diferenciado y separado del X-Bow, el coche más conocido de KTM hasta el momento, así como de sus diferentes versiones.

Este GT-XR es una variante tanto del X-Bow GTX (un coche pensado como bólido sólo apto para circuitos) como del X-Bow GT2, un coche de carreras FIA. De hecho, a la célula de supervivencia del X-Bow se le añade la jaula de seguridad que cumple con todos los requisitos de seguridad que impone la FIA para los modelos de competición GT. A diferencia del X-Bow normal, el GT-XR es un coche cerrado que se inspira tanto en los GT de competición (aparte de provenir literalmente de uno) como en los coches LMP de resistencia, los protagonistas de las 24 Horas de Le Mans y otras pruebas del Campeonato Mundial de Resistencia.

La historia de los GT2 actuales es…extraña, cuanto menos. En primer lugar, no tienen mucho que ver en reglamentación con los antiguos GT2 que corrían en los noventa y principios de este siglo. Son coches con unos 600-700 caballos de potencia, pero una aerodinámica similar a los GT4. Pese a que son más potentes que los GT3, esto les coloca a nivel de prestaciones por vuelta entre los GT3 y los GT4, siendo los GT3 muy orientados para profesionales por su exigente forma de ser pilotados. Los GT2, en cambio, están pensados para ‘gentleman drivers’ de modo que al tener menos aerodinámica no sean tan críticos en su conducción. En lo que a tiempos por vuelta puros se refiere, los GT2 ruedan entre las otras dos categorías. Un poco lioso, sin duda…

Mecánica

Debajo del capó no ha cambiado gran cosa. Se mantiene el mismo motor 2.5 TFSI de origen Audi – un motor de cinco cilindros que le da al KTM GT-XR un sonido distintivo, un equilibrio sonoro entre los cuatro cilindros y los seis cilindros. Es el mismo motor que se encuentra, por ejemplo, en el RS3 Sportback o en el TT RS, entre otros modelos. Este motor entregaba 530 caballos y 615 Nm de par motor en el GTX y 600 caballos y 720 Nm en el GT2 de competición. En este GT-XR el par motor es de 580 Nm pero no se detalla cifra de potencia a nivel oficial. Aún así, debería rondar los 500 caballos de potencia, no muy lejos de las cifras del GTX. 

Eso sí, es más pesado que los otros dos: 1.250 kilogramos en vacío frente a los 1.048 del GTX y del GT2. También cuenta con un depósito de combustible más limitado: 96 litros frente a los 120 litros de los orientados exclusivamente a circuitos. En vez de llevar una caja de cambios secuencial Holinger de seis marchas, lleva un cambio de siete marchas de doble embrague. En concreto, es la DQ500 del Grupo Volkswagen, algo lógico teniendo en cuenta el origen del motor.

Aunque sea, en esencia, un coche de carreras, cuenta con comodidades para el día a día. Su maletero de 160 litros de capacidad, no siendo una maravilla, sirve para llevar maletas, además de llevar cámaras como espejos retrovisores, aire acondicionado y otras bondades básicas. Su conjunto aerodinámico incluye el sistema ‘AirCurtain’, un efecto suelo optimizado con el fondo del coche que trabaja junto con el difusor y el alerón trasero. Sin ser tan extremo como sus variantes de circuitos…al menos puede rodar de manera legal por carreteras convencionales.