Mercedes-Benz SLR McLaren Stirling Moss: En honor a un verdadero campeón

Un SLR McLaren especial dedicado al legendario piloto británico de los años cincuenta

Durante sus más de 100 años de historia, Mercedes-Benz ha creado algunos coches asombrosos, espectaculares y algunos de ellos, muy especiales. Es el caso del ya mítico SLR McLaren, un superdeportivo insignia que acabó siendo el último de la colaboración entre ambas marcas antes de convertirse tanto en rivales en el mercado de superdeportivos como en el mundo de la competición, ya fuera en la Fórmula 1 como en carreras de GT de sprint o resistencia. Y sobre la base del Mercedes-Benz SLR McLaren se creó un coche aún más exclusivo a modo de homenaje. Hablamos del Mercedes-Benz SLR McLaren Stirling Moss, presentado en el Salón de Detroit de 2009.

Stirling Moss es conocido por muchos fans como el ‘campeón sin corona’, aquel piloto de Fórmula 1 que debió haber ganado uno o varios títulos en la era de los cincuenta y los sesenta. No obstante, el hecho de coincidir con nada menos que Juan Manuel Fangio le privó de ello, pese a compartir equipo con el Chueco en Mercedes en 1954 y 1955. La caballerosidad de aquellos años era un rasgo que rara vez se ve en la categoría reina hoy día y de hecho eso le llevó a que no fuera campeón en 1958. Sería subcampeón en cuatro ocasiones y tercero en sus tres últimos años en activo. 

Quizás 1961 fue su mejor año, llegando a protagonizar aquel mítico Gran Premio de Mónaco 1961 donde, con el pequeño Lotus privado del equipo Rob Walker, mantuvo detrás a los tiburones rojos, los Ferrari 161 que ese año, salvo aquella carrera, dominaron la temporada. Un accidente en Goodwood en 1962 le hizo parar un tiempo, pero al volver, no sintió que tuviera el control absoluto del coche y decidió dejar las carreras a nivel profesional. Por supuesto, siguió corriendo por placer y continuó ligado al mundo de la competición. Esta leyenda del automovilismo se marchó de este mundo a principios de 2020.

Para Mercedes, el legado de Moss significó tanto que se dedicó una versión especial del SLR McLaren en honor a él, cuando aún estaba vivo. No se inspiraba en el todopoderoso W196 con el que Fangio y Moss compitieron en la Fórmula 1 – un coche famoso por ser el único F1 con ruedas carenadas, utilizando el carenado para circuitos de altas velocidades. En su lugar, este SLR McLaren Stirling Moss se basa en el 300 SLR con el que la marca de las flechas de plata triunfó en carreras como la Mille Miglia, la Targa Fiorio o el Tourist Trophy, entre otras. En aquella época, los pilotos de Fórmula 1 solían correr otras muchas otras carreras además de las del calendario de la categoría reina (inclusive carreras de F1 o F2 no puntuables). La victoria de Moss en la Mille Miglia, estableciendo un récord legendario, fue lo que impulsó la creación de este coche.

Un récord inusual

Debajo del enorme y alargado capó del Mercedes-Benz SLR McLaren Stirling Moss estaba el mismo V8 5.4 con supercharger y doble intercooler del SLR McLaren ‘normal’. En el superdeportivo original preparado por McLaren era capaz de generar unos 626 caballos de potencia a 6.500 revoluciones por minuto y 780 Nm de par motor. En este Stirling Moss, así como en las versiones 722 y 722S Roadster (que también hacían homenaje a Moss dado que 722 era el dorsal que utilizó en aquella Mille Miglia) daba 650 caballos y 820 Nm.

Gracias a su carrocería tipo speedster o barqueta, era capaz de alcanzar los 350 kilómetros por hora y pasar de 0 a 100 kilómetros en tres segundos. Las versiones speedster eran comunes en los años cincuenta como versiones más deportivas o como carrocerías para coches de competición dado que alcanzaban mejores velocidades punta – dado que en aquella época apenas se había trabajado en la aerodinámica más allá de las formas básicas de los automóviles. Aún así, esta carrocería incluía el freno aerodinámico, desplegándose un pequeño spoiler en frenadas a más de 120 kilómetros por hora para aumentar la estabilidad del vehículo.

De este SLR McLaren Stirling Moss se fabricaron unas 75 unidades, las cuales no se podían simplemente adquirir preguntando a Mercedes-Benz. Solo estuvieron disponibles para aquellos clientes que ya tenían de antemano un SLR McLaren. Cada una de las unidades costaba alrededor de un millón de euros. Se puede decir que este coche es el antecesor directo del actual Mercedes-AMG GT, estando el Mercedes-Benz SLS AMG entre ellos.

Ahora bien, el Mercedes-Benz SLR McLaren Stirling Moss tiene un distintivo bastante particular. Y es que se trata del coche de producción en serie con el parabrisas más pequeño jamás fabricado. Su superficie es de 300 centímetros cuadrados o 0,030 metros cuadrados, casi inexistente – como era común en los coches de competición de los años cincuenta. Pero que aún así era capaz de desviar el aire para que no diera de lleno en las cabezas de los ocupantes.

Precursor de las barquetas modernas

Y es que resulta curioso como más de diez años después de la creación del Mercedes-Benz SLR McLaren Stirling Moss este tipo de carrocerías se pusieran de moda. Varios fabricantes lanzaron modelos especiales con carrocería speedster, los cuales directamente prescindían de parabrisas. Estos coches están ideados sobre todo para conducirlos en circuitos, al contrario que el Stirling Moss que sí era un coche matriculable.

El más sonado de todos quizás fue el McLaren Elva. No tanto por ser de McLaren, quien también colaboró en el SLR de Mercedes, sino por su concepto de ‘parabrisas de aire’. Lo que utiliza es un innovador sistema de gestión de aire activo que, a partir de los 30 kilómetros por hora, abre una válvula que libera un flujo de aire que desvía el aire que llega de frente. De esta manera, el habitáculo del speedster tiene una especie de burbuja de aire – aún así, en este caso la ausencia de parabrisas no protege en caso de vuelco, uno de los motivos por los que McLaren acabó fabricando un Elva con parabrisas convencional.

Ferrari también se sumó a esta moda con sus modelos especiales Monza SP1 y SP2, basados en la mecánica del Ferrari 812 Superfast. Aston Martin sacaría también un V12 Speedster con la base del Vantage y el DBS Superleggera. Al igual que el bólido de Stuttgart, todos ellos serían coches con una producción muy limitada, siendo cada unidad muy cotizada en la actualidad.