

David Duran
- febrero 2, 2023
- 1:42 pm
W Series, el campeonato femenino con potencial incumplido
Tras no cumplir con las expectativas en marketing, el campeonato peligra a favor de la nueva F1 Academy
Tras apenas tres temporadas en activo, la de 2022 finalizada antes de tiempo, las W Series se encuentran en un impás del cual no queda muy claro que vayan a salir. La fórmula telonera exclusiva para mujeres quedará a un lado, si bien la FIA tendrá su apartado femenino con la anunciada F1 Academy. La F1 sigue siendo un deporte dominado por hombres, cuya última mujer que participó en un Gran Premio (y ni siquiera pudo clasificarse para la carrera) fue la italiana Giovanna Amati en 1992. Sin olvidarnos de María de Villota, quien probaba para Marussia en 2012 cuando sufrió el accidente que meses después (ya en 2013) le costaría la vida.
La idea de las W Series, sobre el papel, era muy interesante: una parrilla de hasta 19 jóvenes promesas femeninas que tuvieran la oportunidad de brillar en algunos de los mejores circuitos del mundo. En 2022 llegó a ser telonera de la Fórmula 1 en algunos Grandes Premios. Los monoplazas serían todos iguales, los Tatuus F3 T-318 de la Fórmula 3 con motores turbos de cuatro cilindros y 270 caballos, preparados por Autotecnica Motori. Ahora bien, a diferencia de la Fórmula 3, las pilotos de las W Series llevarían neumáticos Hankook.
Un aspecto interesante que tenía era su fácil acceso para las elegidas: es decir, no tenían que entrar en el campeonato aportando grandes sumas de dinero y grandes apoyos de patrocinadores que solo unos pocos pilotos se pueden permitir. Abbi Pulling, Alice Powell, Emma Kimilainen, Sarah Moore y Abbie Eaton (la piloto de pruebas en la serie The Grand Tour de Amazon Prime, sucesora espiritual del Stig de Top Gear) tuvieron problemas económicos para continuar corriendo. La accesibilidad de las W Series les dieron un soplo de aire fresco a su continuidad en carreras de monoplazas.
Entre estas pilotos pudimos ver a tres pilotos españolas: la catalana Belén García, la valenciana Nerea Martí y la alicantina Marta García. Las tres llegaron a competir en la temporada 2022 siendo Belén quinta al final de la temporada, Marta sexta y Nerea (quien también corrió con BMW España en turismos) séptima.
Ahora bien, la financiación de las W Series fue escasa – es decir, la F1 no la cuidó en ese aspecto pese a ser su telonera. Aunque contaba con apoyo de marcas como Puma, la falta de apoyos llevó a que se cancelara la temporada 2022 a falta de tres pruebas (dándole el tercer título consecutivo a Jamie Chadwick). La F1, en su lugar, anunció poco después su F1 Academy, una categoría de formación para jóvenes pilotos para que después puedan competir en Fórmula 3 y Fórmula 2. En esta F1 Academy correrán en 7 eventos con tres carreras cada una, un total de 21 carreras con 15 pilotos mujeres repartidas en 5 equipos (ART, Campos, Carlin, MP Motorsport y Prema).
Carencias de las W Series
El escaso tiempo en pista que tenían, casi lanzándolas a clasificación en carrera, jugaba en detrimento de las pilotos de las W Series. Esto llevaba a que fueran comparadas, de manera no muy justa, con los tiempos de pilotos de Fórmula 3 con mucho más tiempo de rodaje en pista. Por otro lado, en lo que a tiempos se refiere, también se vio parte de la realidad cuando Chadwick, campeona, corrió en Fórmula Regional (FRECA, que utilizan el mismo chasis y motor) y con el equipo Prema, se situaba en décima posición mientras que sus compañeros copaban posiciones de podio.
Y es que en las W Series corrían media hora de entrenos, media hora de clasificación y media hora de carrera. En la Fórmula Alpine, sin ir más lejos, en cada fin de semana llegaban a hacer casi tres horas y media de rodaje, además de ser diez citas en lugar de ocho. Esto implica que las pilotos de las W Series (que no deja de ser un campeonato de formación) estaban en desventaja contra pilotos que se formaban por otros caminos.
Tener un solo día de entrenos con un coche como un Fórmula 3 es caro. Muy, muy caro. El aspecto financiero ya comentado afectaba además en el hecho de que muchas de las chicas no tenían poder adquisitivo para permitirse más test aparte de los 90 minutos mencionados en cada fin de semana de carreras. Algunas de ellas venían de estar varios años sin correr o compitiendo en coches muy diferentes. En el caso de la ahora presentadora de Sky F1 Naomi Schiff, a la falta de presupuesto se sumaba el hecho de que venía de correr con los KTM X-Bow y tuvo que volver a entrenar el pie izquierdo para frenar sin ABS.
La falta de patrocinio como barrera no es nada nuevo, ni para mujeres ni para hombres. Esta barrera económica es la que impidió que Simona de Silvestro fichase por Sauber años atrás, mientras que la trayectoria de Tatiana Calderón en la IndyCar se frenó por el mismo motivo. Por otro lado, a nivel de marketing y relevancia pública las W Series no tuvieron todo el impacto que se esperaba o que realmente necesitaban las pilotos para atraer más patrocinadores o continuar con su carrera deportiva. Dicho de otro modo, un gran potencial a nivel de marketing que no se ha explotado de la mejor manera posible. Sin las W Series, la carrera deportiva de algunas – en lo que a monoplazas se refiere – está en serias dudas.
Algunas han tenido mejor fortuna, llegando a la órbita de la F1: en el caso de Chadwick, aparte de ser campeona, ya contaba con apoyos y ha recalado como piloto junior de Williams. Además, Pulling está afiliada a Alpine. Las otras mujeres relacionadas con equipos de Fórmula 1 en estos momentos son Jessica Hawkins (piloto de desarrollo y embajadora de Aston Martin), Maya Weug, Laura Camps (ambas parte de la Ferrari Driver Academy) y Laura Fluxa, parte del programa junior de Mercedes. Schiff, después de su paso por las W Series, ha recalado en el equipo de comentaristas y analistas de Sky Sports F1 – la referencia actual a nivel mundial en la retransmisión de la categoría reina.
Porque no, las W Series – como han llegado a publicar medios como si sus mentalidades estuvieran ancladas en el siglo XIX – no trataba de vender automovilismo con el reclamo sexual. Cierto es que en épocas pasadas diferentes pilotos utilizaron su imagen para tener un mayor reclamo de patrocinadores – fue el caso de Danica Patrick o Susie Wolff (Stoddart cuando lo hizo) al comienzo de sus carreras deportivas y de manera sutil, pero no fue así en ningún caso dentro de las W Series. Es preciso apartar y enterrar esa idea de modo que sean pilotos a ojos de la sociedad, en lugar de cosificar. Se trataba y se sigue tratando de establecer caminos para que haya más mujeres en el deporte, alineándose con el programa de la FIA Women in Motorsport y programas como su Girls on Track, buscando sin cesar talentos futuros.