Bentley Continental GT3: De super lujo a bestia de carreras

Un GT3 especial que lleva dos generaciones compitiendo en circuitos de todo el mundo

Si pensamos en la marca Bentley hoy día, pensamos en coches ostentosos, potentes, del sector de lujo o súper lujo. El Bentley Continental GT es un claro ejemplo de ello, con lujo y caballaje a raudales (con tecnología del Grupo Volkswagen), contando con el 4.0 V8 Biturbo también presente en el Porsche Panamera o el 6.0 W12 y sus más de 630 caballos de potencia. Dentro de los coches de producción en serie ‘habituales’, sin contar con series limitadas o ‘one-offs’, es de los coches más representantes del poderío económico en la actualidad.

No obstante, en una época pasada Bentley era distinta: era una marca que sí se dedicaba a las carreras. La marca británica fundada en 1919 fue, en los albores de las 24 Horas de Le Mans, muy dominante en la carrera francesa, pues ganó entre 1924 y 1930. Cuando el Grupo Volkswagen adquirió la marca en 1998 quiso devolverle el legado de carreras – y esto se materializó con la victoria del Bentley Speed 8 en 2003 – que compartía motor con el Audi R8, aunque tenía su propio conjunto aerodinámico, caja de cambios y suspensiones. El triunfo de Bentley fue el impás en el dominio de Audi en Le Mans, uniéndose a la lista de las más laureadas junto con Porsche.

Años después, Bentley y el Grupo Volkswagen estaban interesados en participar en la interesante categoría GT3 FIA, una categoría de coches de carreras cliente con una normativa muy bien ‘parida’. De hecho, muchos fabricantes se han interesado por estos coches y que los equipos privados corran con ellos como clientes en diferentes campeonatos por todo el mundo. VW ya tenía el R8 LMS GT3, pero también Bentley estaba interesada. De aquí, basándose en el Continental GT Speed, nacería el Continental GT3 que vio el mundo a finales de 2013 tras su anuncio un año antes. Para la creación de este GT3 se contó con ingenieros que ya estuvieron presentes en el programa del Speed 8 de Le Mans, entre ellos a Brian Gush. Se contó, tanto para su desarrollo como para su diseño, con el equipo M-Sport que representa a Ford en el Campeonato Mundial de Rallyes, además de estar presentes en el Británico de Turismos.

Hay muchos pilotos que han llevado el Bentley Continental GT3 por circuitos de todo el mundo, sumando más de un centenar de podios y en torno a medio centenar de victorias. Si hay uno destacado para los españoles, ése es Andy Soucek, quien fue fichado como piloto de la marca en 2015. Coincidiendo con la nueva generación del coche de calle, también se lanzó una nueva generación del Bentley Continental GT3 en 2018, en cuyo desarrollo estuvo implicado el piloto español, corriendo con la marca hasta finales de 2020.

Mecánica de los Bentley Continental GT3

El Bentley Continental GT3 utiliza el mismo motor 4.0 V8 Biturbo que el Continental GT de calle así como cualquiera de sus versiones. Tanto el modelo de 2013 como el de 2018 están encuadrados en el mismo marco normativo FIA GT3, de modo que sus características son similares – si bien el conjunto en el modelo 2018 fue optimizado para sacar mejores tiempos por vuelta. El propulsor del Bentley Continental GT3 en especificación de carreras es capaz de entregar unos 550 caballos de potencia – tanto para carreras de sprint como para eventos de resistencia, siendo el máximo de la normativa GT3.

Ahora bien, su comportamiento no tiene nada que ver al pasar de un coche de lujo y confort a uno de competición con unos fines muy distintos. En Crewe se encargaron de reducir el peso de más de 2,2 toneladas (2.285 kilogramos pesaba el Continental GT3-R, uno de los últimos de la generación anterior) hasta los 1.285 kilogramos en vacío del de competición. Tan aligerado que necesita algo de peso adicional para llegar al mínimo homologado. Fuera queda la tracción total (que suele añadir entre 100-200 kilos en coches de este tipo) para convertirlo en trasera, adiós a la enorme caja automática de ocho velocidades para utilizar una caja ultraligera Xtrac, el acero y el aluminio dejan paso a la fibra de carbono. Pese al tamaño del coche, no llega a los 1.300 kilogramos, más ligero que muchos utilitarios de la actualidad.

Se puede pensar que es un coche extremo de conducir, al ser tan potente y ligero – no deja de ser, a fin de cuentas, un coche de carreras. Pero el hecho de ser concebido como coche de carreras cliente, unido a la actuación del control de tracción y la gran distancia entre ejes del coche hace que sea un coche noble. Además, gracias al diseño de la suspensión, es capaz de pasar por encima de baches y pianos sin mayores problemas. Lo que esperas de un Bentley, en definitiva.

El modelo 2018, por su parte, se basa en el chasis nuevo, lo que implica una fabricación casi entera de aluminio. Los amortiguadores son ajustables en cuatro niveles de rigidez para adaptarse a las características de diferentes circuitos. La caja de cambios secuencial de seis marchas está firmada por Ricardo en esta ocasión, con embrague de AP Racing y diferencial autoblocante. La nueva versión, además, cuenta con 4,86 metros de largo y más de dos metros de ancho, algo más que el modelo precedente. A pesar de esto, se mantiene por debajo de los 1.300 kilogramos de peso en vacío en la báscula.

Resulta bastante interesante ver las cualidades del Bentley Continental GT3 en la pista contra rivales como los Ferrari, Porsche, Lamborghini, Audi, Honda, McLaren, BMW, Nissan y muchos otros. Como ocurre con el BMW M6 GT3 o el Nissan GT-R GT3, sus dimensiones le dan un aspecto y comportamiento diferentes a sus rivales derivados de coches superdeportivos. Y, a fin de cuentas, el Bentley encarna a la perfección la idea de lo que es un GT3: un coche de competición basado en un ‘Grand Tourer’, siendo el Bentley Continental uno de los coches GT más inconfundibles de los últimos años, tanto la generación actual como la generación anterior.