“Es un rallye, no una carrera”. Con estas palabras se presenta la Gumball 3000, uno de los desfiles de supercoches más espectaculares que se pueden encontrar sobre la faz de la tierra y que ya lleva cerca de un cuarto de siglo recorriendo carreteras de todo el mundo. En este año 2023, el recorrido que ha realizado en esta primera mitad de año ha empezado en Edimburgo, pasando por varios lugares de Europa entre kilómetros y kilómetros de carretera, fiestas, eventos y algunos de los parajes más bonitos del continente, acabando en el Puerto de Montenegro en la bahía de Kotor. Esto ha sido la European Tour, en el cual han participado una gran cantidad de personas con supercoches del ayer y del hoy en un evento con un marcadísimo carácter norteamericano.
Cabe destacar que la idea de rallye aquí no es la que conocemos a nivel deportivo, como en el Mundial de Rallyes, el Europeo de Rallyes o cualquier otro campeonato al que estamos habituados. Aquí la idea de rallye es otra, más literal a su significado semántico: reunión, siendo una palabra cuyo origen se remonta a tiempos medievales (del verbo francés ralier, que significa reagrupar, así como de rallier, que significa repetir algo). Es decir, una reunión de coches más que una competición contra el crono. Hoy en día, eventos como la Gumball 3000 cumplen todas las de la ley, aunque no siempre fue así y en su momento sí que se corría a fondo, en carretera abierta con todas sus consecuencias – como ocurría por ejemplo en la Targa Fiorio original, con prototipos de competición corriendo por carreteras abiertas.
Este tipo de eventos se hacen en distintas partes del mundo, siendo la Gumball 3000 el más representativo de todos ellos por sus dimensiones, su impacto y la cantidad de coches de altísimo valor que se pueden llegar a ver en cada una de sus ediciones, coches de marcas como Pagani, Lamborghini, Porsche, BMW, Ferrari, Bentley o Mercedes, entre otras. Ahora bien, incluso en España se pueden encontrar rallyes de estas características, preparándose uno en tierras andaluzas para los próximos meses orientado de manera exclusiva a vehículos históricos.
No sólo se trata, evidentemente, del hecho de ver coches exóticos o de los lugares, sino de la propia experiencia de la Gumball 3000. Las fiestas, el ambiente, los propios caminos por los que discurre y el hecho de poder ir con un acompañante para vivir todo esto. Al ser un viaje por carreteras y autopistas convencionales, los supercoches que participan en este evento son de producción en serie, sin modificaciones extra como ocurre con rallyes competitivos aparte de los detalles que cada uno añada a su coche particular y la decoración de cada uno de ellos. En total participan más de un centenar de coches, no siendo todos ellos superdeportivos sino que algunos son coches más particulares o más ‘mundanos’.
El recorrido del European Tour
Este European Tour de la Gumball 3000 arrancaba en Edimburgo el pasado 11 de junio, abriéndose paso por las carreteras británicas desde el norte hasta el sur de Inglaterra antes de llegar hasta el corazón del imperio británico, Londres, donde ya estuvieron en 2018. A continuación la caravana seguía en dirección sur, cruzando el Canal de la Mancha para dirigirse hacia Bélgica, pues la icónica Brujas sería la siguiente parada, el siguiente de los checkpoints pensados en el recorrido de esta edición. De Brujas partirían hasta Países Bajos con el objetivo de llegar hasta Ámsterdam, donde la fiesta del motor continuaría. Fiesta literal, por supuesto.
El 13 de junio los Gumballers marchaban hacia los Alpes Suizos, cruzando la frontera de Francia en dirección a Verbier, ya en terreno suizo. Al día siguiente, la caravana se trasladaría hasta Italia, en concreto hasta el Lago Como – el escenario del festival de Villa d’Este, donde nuestros amigos de Camber & Toe y Luis Loves Cars estuvieron hace apenas unas semanas. La Gumball 3000 pasó por Venecia, donde se produjo una noche de subastas en la que el dinero se recaudó para la Fundación Gumball 3000. Sin tiempo para descanso, la siguiente parada que les esperaba al día siguiente era Liubliana, la capital de la vecina Eslovenia, para un almuerzo en un restaurante con estrellas Michelín.
Tras el almuerzo en Liubliana, la caravana partió hacia Budapest, la capital de Hungría, donde ya estuvieron allá por 2016. En todos estos lugares, la gente podía ir a ver a los coches y a los participantes de manera gratuita, contribuyendo a un ambiente multitudinario visto a lo largo del Viejo Continente. La llegada a Budapest era también el anticipo de cara al último día, donde cruzarían varias fronteras antes de llegar al destino final de este viaje de alto octanaje.
Y es que, en el último día del European Tour de la Gumball 3000, el 16 de junio, los coches partían desde Budapest, cruzando la frontera hasta Croacia, transcurriendo por la costa oeste del país, llegando hasta Bosnia y Herzegovina. Era necesario pasar por Bosnia debido a que Neum, ubicado en la costa, es terreno de Bosnia, pero al dejar atrás esta localidad volvían a entrar en Croacia. Unos kilómetros más tarde, la caravana llegaba hasta Montenegro, el décimo y último país de este recorrido. Al cruzar la frontera, los coches se dirigieron hasta el lujoso puerto de Kotor, donde finalizaría este viaje.
¿Cómo participar en la Gumball 3000?
Amigo o amiga, es una buena pregunta…para la cual necesitas un buen bolsillo. Y es que para estar dentro de la caravana de la Gumball 3000 se requiere pagar unos 70.000 euros. Esto incluye no sólo el registro, sino también la estancia en los diferentes hoteles por los que discurre el camino, todas las comidas en el viaje, las entradas a las fiestas y muchas cosas más. Además, no salen todos los coches al momento, sino que van en grupos reducidos, por lo que varios conocidos pueden coincidir y cruzarse el continente a la par, con imágenes que puede recordar en cierto sentido a las que hemos visto todos durante muchos años con el legendario trío de Top Gear/The Grand Tour.
