A principio de año pudimos conocer el Ferrari 499P Hypercar con el que la marca ha vuelto a las carreras de resistencia y, más en concreto, al Campeonato Mundial de Resistencia (WEC). En Sebring, Portimao, Spa-Francorchamps, Le Mans, Monza, Fuji y Bahréin lo hemos visto competir contra los Hypercar de Toyota, Peugeot, Glickenhaus y Vanwall, así como los LMDh de Porsche y Cadillac (más los que entrarán para la temporada 2024). Por supuesto, todos querríamos la oportunidad de poder conducir un coche tan espectacular, más siendo un Ferrari con el significado especial de la marca de Maranello. Y, entre comillas, en este caso puedes, con el lanzamiento del 499P Modificata: la versión ‘de calle’ del 499P Hypercar. Algo que tiene mucho sentido…y a la vez no lo tiene, claro.
La normativa Hypercar del WEC se implantó en 2021 como sustituta de los LMP1 que habían estado en vigor durante cerca de veinte años. Los LMP1 fueron algunos de los prototipos más espectaculares que se hayan visto en Le Mans en toda la historia, además de ser los más rápidos, superando en tiempos por vuelta a todo lo que había venido antes: es decir, los GT1 o los míticos Grupo C, sobre todo gracias a su aerodinámico. Ahora bien, los costes relacionados con el desarrollo de los LMP1 hizo que se fueran cayendo del WEC marcas como Peugeot, Aston Martin, Porsche y Audi, quedando solo Toyota contra equipos privados como Rebellion Racing.
El cambio – y en gran parte el secreto de su fórmula exitosa – de los Hypercar consiste en que no se trata de hacer los prototipos más rápidos de la historia, pues se volvería a caer en espiral de costes. Se trata de hacer coches de competición basándose en hipercoches de calle – es decir, variantes de carrera de los mismos. Estos coches tienen unas prestaciones muy delimitadas, no solo en cuanto a potencia, sino también una cantidad de carga aerodinámica que pueden llegar a tener. En este aspecto tienen total libertad, de modo que pueden establecer diferentes configuraciones – de ahí por ejemplo que Peugeot se la jugara por un concepto radical sin alerón trasero en su 9X8, creando carga aerodinámica sin el drag resultante del ala trasera.
También tienen libertad en lo que respecta a la elección de motor, pudiendo ser tanto atmosféricos como turbo, motores V6 o V8. Toyota basa su motor en el que usaron en el LMP1, de igual manera que su GT-One TS020 de finales de los noventa tenía motor de Grupo C – Alpine, por su parte, montará el motor V6 3.4 de origen Mecachrome que montan los monoplazas de Fórmula 2. Las combinaciones son muchas, lo que da lugar a que cada marca utilice su propia filosofía dentro del marco normativo. Con BMW, Lamborghini, Alpine e Isotta Fraschini uniéndose al plantel en 2024, no cabe duda de que se trata de una categoría de enorme interés, sobre todo con Le Mans como la joya de la corona.
Mecánica del Ferrari 499P Modificata
En este caso, el Ferrari 499P Modificata no está sujeto a la normativa del Campeonato Mundial de Resistencia ni a ninguna, de manera que no tiene que limitarse en absoluto. Lo que se ha hecho es quitarle la limitación de potencia que se estipula en el reglamento, así como las limitaciones en el sistema de potencia.
Gracias a esto, en vez de los 680 caballos que encontramos en el 499P Hypercar que corre en el WEC, el Ferrari 499P Modificata alcanza los 870 caballos de potencia, eliminando la brida de admisión que se coloca para cumplir con el reglamento Hypercar. Eso sí, los 870 es con el accionamiento de todo el sistema, pues de manera habitual ofrece unos 707 caballos. Tampoco hay limitaciones en el uso de la tracción integral eléctrica, con el sistema de propulsión eléctrica ayudando al tren delantero mientras que el motor de combustión, el V6 biturbo que le da su sonido característico, impulsa a las ruedas traseras. El resto de elementos se mantienen iguales o muy similares a los del coche de competición, tanto en el apartado de aerodinámica como en los sistemas de recuperación de energía.
Aunque fuera posible poseer uno de estos, hay que tener en cuenta que hablamos de un coche sólo para circuitos. Por sus características, no es posible homologarlo como coche matriculable, como ocurre con otros tantos coches extremos tanto de Ferrari como de otras marcas. El ejemplo más claro de la casa del Cavallino es el FXX-K Evo (una variante muy radical del LaFerrari híbrido), así como el 599XX proveniente del 599 o el FXX original que provenía del Enzo. Es decir, un coche que se desliga tanto de limitaciones de coches de carretera como de normativas de coches de competición, pudiendo ser lo más extremo posible. De hecho tiene que ver mucho con los modelos XX, nacidos para el XX Program de Ferrari, así como con el F1 Clienti.
¿Cuánto vale el Ferrari 499P Modificata?
El precio de este 499P Modificata es de nada menos que 5,1 millones de euros – y, por supuesto, Ferrari se reserva el derecho de ofrecérselo a sus clientes más selectos, basándose en sus propios criterios. Como otros coches exclusivos de Ferrari (mejor dicho, los que son muy, muy, muy exclusivos), es un coche que posees, pero no tienes. En su lugar, se almacenan y mantienen en su sede en Maranello y se encarga de transportarlo a diferentes actividades de los mencionados programas especiales de Ferrari en circuitos de todo el mundo. El programa en cuestión se llama Sport Prototipi Clienti, un homólogo al F1 Clienti pero con coches de este tipo, siendo el 499P Modificata el primero de su clase. Es decir, que es tuyo, pero no tanto. O de calle, pero no del todo.
Ahora bien, lo verdaderamente interesante de ver este 499P Modificata es el hecho de que se cumple lo que estaba previsto con la filosofía Hypercar. Es decir, que corrieran hipercoches de producción en serie en carreras de resistencia…aunque en este caso ha sido más bien al revés. Es diferente, por ejemplo, del caso de Glickenhaus, que hizo la versión de calle del 007 y ahora, de hecho, se va a centrar en el negocio de coches de calle, sabedores de lo que costaría competir contra grandes marcas. Además, Ferrari se coloca por delante de Toyota dado que estos aún tienen el GR Super Sport (la supuesta base del GR010 Hypercar) en fase de prototipo, aún sin saberse si llegará a verse en manos de afortunados propietarios.
No se trata, como en la época de los GT1, de correr con coches con al menos una unidad matriculada para su homologación, caso de los Toyota GT-One, Panoz Esperante GTR-1 o Nissan R390 GT1 de finales de los noventa, coches de los que muchos tenemos recuerdo por su aparición en videojuegos, en particular en la saga Gran Turismo. Eso sí, el parecido razonable es algo que a muchos les gustará ver, siendo los GT1 una de las épocas más recordadas de resistencia y Le Mans junto a los legendarios Grupo C.
