Mecánica del Ford Mustang GTD
Todo hay que decirlo: en una era donde parece que tanto los muscle car y los pony car de toda la vida están destinados a desaparecer (o a convertirse en coches eléctricos de altas prestaciones, pero sin el sonido característico), Ford ha ido a por todas con los Mustang, tanto de calle como de carreras. No sólo está el Mustang GT3 o el Dark Horse R, sino que también está entre ellos el Mustang GT4 – y aparte, Ford ha desarrollado también un Mustang para los V8 Supercars en Australia, así como una variante para correr en NASCAR. El Mustang GTD se sitúa en la cima de una escalada de potencia brutal, por encima del Dark Horse. ¿Cuánta potencia? Mucha. Muchísima.
En concreto estamos hablando de nada menos que 800 caballos (o quizás más) provenientes de un motor V8 5.2. Aunque está basado en el Ford Mustang GT3, al no estar supeditado a una reglamentación técnica tan estricta como los coches GT3 los ingenieros pueden darle más potencia y hacer alguna ‘barbaridad’ que en competición no sería posible (legalmente, al menos).
Está pensado para ser el Mustang más rápido de todos los tiempos, un verdadero esfuerzo de Ford para darle a los amantes del Mustang la versión definitiva. El hecho de que su carrocería está hecha en fibra de carbono y el balance de pesos se ha establecido en 50/50 para lograr el máximo rendimiento en pista. No en vano, Ford Performance ha trabajado en conjunto con Multimatic, empresa que ha trabajado no solo en los Ford Mustang GT3, GT4 y el Ford GT que ganó su categoría en las 24 Horas de Le Mans en 2016. Multimatic también estuvo detrás de otro Ford muy especial: el GT MK IV del que ya hablamos en este artículo.
El imponente alerón trasero es activo, cambiando su inclinación según las condiciones, controlado por un sistema hidráulico montado en el pilar C. Tanto los pasos de rueda como el capó, la cubierta del maletero, los umbrales de las puertas, el splitter delantero, el difusor trasero y el techo son de carbono. Y si quieres más carbono, se puede pedir los paragolpes delantero y trasero de este elemento de manera opcional. También el splitter delantero se controla mediante el sistema hidráulico en un conjunto que reduce el centro de gravedad para dar una sensación nunca antes vista en un Mustang de carretera.
Aquí ni el maletero es corriente. En lugar del maletero, se encuentra una cubierta que oculta el sistema de suspensión semiactiva que controla el balanceo y cabeceo de todo el conjunto, así como un sistema de refrigeración del transeje, el sistema de control hidráulico y los intercambiadores de calor. Es decir, soluciones traídas directamente del Mustang GT3 que correrá en el Mundial de Resistencia a partir de la próxima temporada.
Por dentro encontramos asientos Recaro, habitáculo en ante Miko, cuero, (más) fibra de carbono y pantallas digitales para informar al piloto de las condiciones en pista. Las palancas de titanio están impresas en 3D, el mismo titanio utilizado en los cazas furtivos Lockheed Martin F-22. La gama de colores es, literalmente, ilimitada. Se puede reservar en cualquier color, incluso una muestra que el futuro dueño proporcione a Ford, lo cual permite mucha libertad de personalización (y mucho peligro, según los gustos).
De momento habrá que esperar hasta finales de 2024 y principios de 2025 para verlo verdaderamente en acción, aunque ya se han visto algunas mulas de pruebas en un proyecto que lleva en marcha desde 2021. Ford estima un precio de en torno a unos 300.000 dólares, que según el cambio de divisas actual de agosto de 2023 es de unos 276.042 euros.
Declaraciones sobre el Ford Mustang GTD
«El Mustang GTD acaba con cualquier idea preconcebida sobre un superdeportivo. El proyecto ha supuesto un nuevo enfoque para nosotros. No hemos diseñado un vehículo de carretera para el circuito; hemos creado un vehículo de competición para la carretera. El Mustang GTD toma la tecnología de competición del Mustang GT3 de carreras, la envuelve en una carrocería Mustang de fibra de carbono, y la desata en la carretera”, declaró Jim Farley, presidente y CEO de Ford.
«Así somos en Ford; presentamos este reto y decimos: ‘Id a por él’. Nos sentimos cómodos poniendo a todo el mundo sobre aviso. Competiré en circuito con un Mustang GTD contra el mejor modelo homologado para carretera de cualquier otro fabricante automovilístico».
«El Mustang GTD representa lo mejor de Ford Motor Company y lo que hacemos en nuestro día a día. Esto es lo que ocurre cuando cogemos aquello en lo que somos buenos y vamos más allá de los límites para ver hasta dónde podemos llegar. Representa la esencia de la transformación que estamos viviendo en Ford, que va desde el software hasta los vehículos de edición especial”, añadió Farley.
«Estamos obsesionados con la tecnología de competición que hay bajo su piel. Lo que lo hace andar es incluso más convincente que lo que puedes ver cuando estás cerca de él. Si piensas en su ingeniería, su aerodinámica, en cómo funciona el motor, ves que el Mustang GTD es un cohete espacial para la carretera», aseguró Mark Rushbrook, director global de Ford Performance Motorsports.