24 Horas de Le Mans 2023: Una carrera de leyenda

La victoria de Ferrari tras una lucha con 5 marcas y el triunfo de Albert Costa en LMP2 marcan una de las mejores ediciones que se recuerdan

Hay muchos que afirman que las 24 Horas de Le Mans es la mejor carrera del mundo…y con la edición de 2023 se reafirman de ello con buena razón. Desde luego, nadie tiene duda de que es la primera gran carrera de resistencia en la historia, habiendo cumplido 100 años en este mismo 2023 – que no cien ediciones, ya que no hubo carrera en la II Guerra Mundial. Ferrari ha cumplido con su misión de ganar Le Mans en su retorno a la carrera medio siglo después, siendo su 10º victoria además de la primera absoluta desde 1965 (que entonces no fue un coche oficial sino uno del equipo NART, el North American Racing Team). Los españoles, además, pudimos celebrar el triunfo de Albert Costa, ganando la carrera en su primera aparición junto a sus compañeros del pequeño equipo Inter Europol en la categoría LMP2.

Que iba a ver cierto grado de polémica en esta edición estaba asegurado en cuanto se anunció que para la carrera del ACO (Automobile Club de l’Ouest) y el WEC (siendo la cuarta ronda del año tras Sebring, Portimao y Spa) se ajustaba el Balance of Performance. El BOP le daba 37 kilogramos extra a los Toyota GR010 Hypercar, lastrándolos tras sus tres victorias consecutivas, así como ‘solo’ 24 kilos extra al Ferrari frente a su peso mínimo, 11 para el Cadillac y 3 para el Porsche. Ni el Peugeot 9X8, ni el Glickenhaus ni el Vanwall recibirían peso extra. En total, 16 Hypercar tomaron la salida: 2 Toyota, 2 Ferrari, 2 Peugeot, 3 Cadillac, 4 Porsche, 2 Glickenhaus y el solitario Vanwall Vandervell.

37 kilos no parecen demasiados, pero en la alta competición, donde hace mella en el comportamiento del coche (sobre todo en la entrada a curva) es todo un mundo. Más si tenemos en cuenta que estos kilogramos extra no solo inciden en el reparto de peso o el equilibrio del coche, sino también en el consumo de combustible, algo importante para realizar la mejor estrategia posible a lo largo de 24 horas de carrera. Supuestamente este BoP llegaría para después de Le Mans, pero se adelantó para igualar las tornas entre los diferentes fabricantes…y quien sabe si para buscar un ganador que hiciera aún más especial este centenario de las 24 Horas de Le Mans.

Sea como fuere, dio resultado a una carrera espectacular que tuvo mucha acción desde la primera vuelta, si bien también tuvo muchos periodos de hiato por Safety Car en pista. Esto ocurrió sobre todo en las diez primeras horas, haciendo acto de aparición algunas lluvias intensas que pusieron patas arriba la carrera en las tres categorías. Empezó liderando Ferrari y acabó ganando, pero durante la carrera Cadillac, Toyota, Porsche y Peugeot estuvieron al frente, algo que no se había visto en pruebas anteriores de esta temporada del Mundial de Resistencia.

Condiciones cambiantes

Ferrari y Toyota parecían tener más ritmo que los otros, pero en cuanto llegó la lluvia apareció un rival imprevisto: el Peugeot #94, que mostraba ser muy superior en condiciones cambiantes. Sobre suelo mixto, el extraño 9X8 lideró durante varias horas y sólo un accidente en las primeras horas de la noche impidió que peleara por la victoria en la primera ocasión en la que se ha visto este coche competitivo desde su estreno el pasado año.

En cuanto se secó el suelo, Porsche salió a la carga tanto con las tres unidades gestionadas por Penske como por la unidad del equipo Jota, que también lideró durante varias vueltas. No obstante, los pilotos de los 963 cometieron errores – Yifei Ye se estrelló cuando estaba primero en, valga la ironía, las curvas Porsche, aunque pudo continuar. Tanto el #75 tuvo que abandonar por problemas mecánicos mientras que el Toyota #7 se retiró después de un fuerte impacto de un Ferrari GTE y un LMP2 cuando redujo para una slow zone, retirándose también el Vanwall por problemas mecánicos. Lo cierto es que en las primeras horas hubo muchos pilotos que cometieron errores (muchos de ellos pilotos de pago), errores impropios de una carrera que debe plantearse a lo largo de una jornada y se debe cuidar la integridad de la mecánica en todo momento.

Los Porsche se fueron desinflando con el paso de las vueltas mientras que Cadillac, su gran rival en la IMSA, llegó a liderar la carrera. Hubo un pique entre ellos que se resolvió en las horas de la mañana por un error de Kevin Estre, quien pilotaba el #6 yendo por encima del límite. Cadillac acabaría quedándose con la tercera y cuarta plaza, siendo el mejor de los Porsche noveno tras el Ferrari #50 (pilotado, entre otros, por el español Miguel Molina), el Peugeot #93 y los dos Glickenhaus que tuvieron complicaciones en las últimas vueltas. 

Mientras tanto, el Ferrari #51 y el Toyota #8 tuvieron una lucha épica, llegando a estar a dos segundos de diferencia a falta de menos de dos horas para el final. La pelea se decantó a favor de los italianos cuando Toyota decidió montar para el stint final al japonés Ryo Hirakawa (en lugar de a Sébastien Buemi). Este, tratando de quitarse doblados de en medio, bloqueó los frenos traseros entrando en la curva de Arnage y trompeó, perdiendo más de un minuto. De esta manera, Antonio Giovinazzi, Alessandro Pier Guidi y James Calado se subían a lo más alto del podio.

Victoria de Albert Costa y Chevrolet

En ese mismo podio se subían Albert Costa, Fabio Scherer y Jakub Smiechowski tras vencer con su pequeño equipo Inter Europol a los ases de WRT, como Robert Kubica o Louis Deletraz, o Duqueine que contaba con el experimentado Neel Jani. En una categoría muy competida, el piloto español (que además debutaba en Le Mans) supo hacer grandes stint y lograr un triunfo que ni se esperaba. Un piloto que, por nivel, le hubiera correspondido llegar hace mucho a la Fórmula 1 y, después de grandes varapalos, al fin el motorsport le está dando éxitos como se merece.

Es también un triunfo especial porque es el último en la categoría LMP2 en Le Mans. De cara al año que viene la categoría desaparecerá ante la creciente presencia de coches Hypercar y LMDh. Es cierto que es una categoría entretenida, divertida, con pilotos de gran nivel e igualada al correr todos en igualdad de condiciones (chasis Oreca y motor Gibson), pero tampoco es una categoría rentable para los pilotos y no tiene el apoyo de fabricantes detrás.

En la categoría LMGTE parecía que Ferrari o Aston Martin tendrían oportunidades de ganar tras sus tiempos en clasificación y la Hyperpole, o que Porsche, tras escalar sus 911 desde atrás, podrían arrasar con su ritmo en carrera. No obstante, el ganador de la categoría fue Chevrolet con su único Corvette C8.R oficial, una comisión traída a Le Mans desde Estados Unidos donde corren en la IMSA – contando con el gran Antonio García, a quien se le ha echado de menos en estas 24 Horas de Le Mans. Sexto en la categoría quedó Alex Riberas con el Aston Martin de Northwest AMR.

También será el adiós de la categoría LMGTE y de los coches GTE tras tantos años de servicio y grandes carreras en resistencia. De cara a 2024, con la reestructuración del WEC, la categoría se llamará LMGT3, contando con coches basados en la normativa GT3 también vistos en carreras de Sprint y Resistencia, adaptados al WEC. De esta manera se verán más fabricantes que puedan correr en Le Mans, incluyendo a Ford que anunció días atrás el nuevo Ford Mustang GT3, basado en el Mustang Dark Horse.

Chevrolet tuvo otro coche especial más: el Camaro ZL-1 de la NASCAR, que corría dentro del Garaje 56 operado por Hendrick Motorsports y con pilotazos de la talla de Mike Rockenfeller, Jimmie Johnson y Jenson Button. No estaba encuadrado en la categoría, pero acaparó todas las miradas tanto por su tamaño como por su brutal sonido de V8, haciendo sonreír a muchos. De hecho, salvo por algunos problemas eléctricos tuvo una buena carrera, superando a los LMGTE en tiempos de clasificación.

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