De las carreras a la calle…lo que le sirvió para volver a ganar en Le Mans
De hecho, el Porsche 962 sólo ganó como tal en una ocasión en Le Mans, en 1987. El resto de años fue eclipsado por rivales como Jaguar, Nissan, Peugeot o Mazda. No obstante, en 1994 Jochen Dauer hizo una variante de producción (es decir, coche de calle) del 962 de modo que se contaba como coche GT1 en lugar de Grupo C. Con este arma, el Dauer 962, aprovechaba esta zona gris del reglamento para ganar las 24 Horas de Le Mans de 1994. Y en estas variantes en las que nos queremos centrar en este artículo.
Se unen tres factores: el primero de todos, la cantidad de unidades producidas, lo cual lleva a su vez a una gran cantidad de piezas de repuesto que Porsche estuvo fabricando durante muchos años. En segundo lugar, la cantidad de equipos privados que trabajaron con el Porsche que también desarrollaron sus propios elementos, tanto por necesidad de normativa como para hacerlo más competitivo, sobre todo en sus últimos años en campeonatos como la Interserie – también corrió en el primer año del JGTC, lo que ahora se conoce como Super GT. A todo esto se suma que el chasis de aluminio no era tan rígido como los equipos clientes deseaban que fuera, de modo que realizaron modificaciones o sus propias unidades construidas, como hicieron Kremer Racing o Holbert Racing.
Otros llegaron a la conclusión de que un coche de carreras tan bueno también sería un gran supercoche en la calle. De hecho, la misma Porsche llegó a registrar un 962 prácticamente normal, tal como venía de carreras, con su propia matrícula con el objetivo de que rodase en carretera para un reportaje en una revista. Ahora bien, la altura de los faros, unido a otros factores, hubiera hecho a este coche ilegal en su propia Alemania natal.
Koenig
El primer preparador fuera de Porsche que quiso hacer del 962 un supercoche fue Koenig Specials (nada que ver con los suecos Koenigsegg), un preparador de carreras que también se encargaba de hacer preparaciones de coches de lujo europeos. De hecho, ya habían corrido con el 962 en años anteriores. Lo que hicieron con este coche fue cambiar la carrocería para adaptarla a las normativas en Alemania, además de instalarle un motor 3.4 en lugar del 3.0 visto en las versiones de carreras. Koenig Specials llamó a su creación el C62, fabricando varias unidades.
DP Motorsports
También desde Alemania, DP Motorsports convirtió tres chasis de carreras del 962 en sus DP62. En su caso, optaron por un motor 3.3 biturbo plano de seis cilindros, además de elevar la posición de los faros por la misma razón que lo hicieron los de Koenig.
Schuppan 962CR
De cara al mercado japonés, Vern Schuppan creó su propia versión, el Schuppan 962CR, tomando el mismo motor de carreras y elevando su cilindrada a 3.3, además de crear una nueva carrocería, quizás la más llamativa de todas estas variantes. La falta de presupuesto frenó la producción de este extraño coche, que aún así se vio en algunas revistas de la época tanto en Europa como en Australia. Se hicieron seis unidades, quedando cinco vivas (que se sepa) dado que una pereció en un incendio.
Dauer 962
Cuando Dauer utilizó un chasis de carreras para crear su propio 962, lo hizo tanto como coche de calle como de carreras, utilizando una nueva carrocería pero casi toda la mecánica del coche de carreras. Con la ayuda de Porsche y utilizando esa zona gris del reglamento, el Dauer 962 logró ganar en Le Mans como GT1. En su versión de calle, como no estaba sujeto a regulaciones de carreras, se le eliminaba la brida y llegaba a superar los 400 kilómetros por hora gracias a sus 730 caballos de potencia. Hasta la llegada del Bugatti Veyron, este era el coche de producción (muy limitada, pero producción al fin y al cabo) más rápido del mundo.
Derek Bell
El 5 veces ganador de Le Mans, quien logró ganar con el 962 en nada menos que 21 carreras, iba a tener una versión especial en su honor, pero sólo se llegó a completar una unidad de calle. El motor que utilizaba, en vez de ser el del 962, era el del Porsche 993 GT2 con nada menos que 580 caballos de potencia.