De correr por pasión a ser piloto oficial
Con un Subaru Impreza WRX STi de Grupo N comenzó su andanza en rallyes de Norteamérica, tanto en Estados Unidos como en Canadá. En ese mismo año logró varios buenos resultados e incluso podios absolutos, lo cual motivó más su pasión por este deporte. Sería en 2005 cuando comenzaría su relación profesional con Alex Gelsomino. El italiano le acompañaría desde ese momento hasta el pasado 2022 en literalmente todos los rallyes que disputó excepto en una ocasión. Continuó corriendo con Subaru de manera ‘modesta’ hasta que en 2008 su vida empezó a cambiar.
Por un lado, el equipo oficial de Subaru en Estados Unidos le dio la oportunidad de correr en varios rallyes, ya siendo una cara habitual de los rallyes americanos. Debutaría con Subaru en el Mundial de Rallyes en el Rallye de Nueva Zelanda ese mismo año. Por otro, fue en 2008 cuando se lanzó su primera gymkhana, los vídeos que le propulsarían al estrellato. Ford se fijaría en su potencial y se hizo con sus servicios en ambas facetas. Ken Block llevaría unidades del Ford Focus RS WRC corriendo en el Mundial de Rallyes junto a los mejores pilotos del mundo. Además, a partir de ese momento sus coches de gymkhanas serían Ford muy modificados o directamente de competición.
Sus resultados en el WRC no llegaron a ser espectaculares aunque sí que logró varios octavos y novenos puestos absolutos en una época en la que no había tantos equipos oficiales. Pero, como ya se ha comentado, era más su estilo de conducción y su carisma que sus resultados los que se valoraban. Se mantuvo con Ford en los últimos años en los que la marca del óvalo estuvo en el WRC, en 2011 y 2012 ya con el Ford Fiesta RS WRC de la segunda generación de World Rally Cars. Sus apariciones en rallyes se redujeron tras la marcha de Ford del WRC, pero la marca tenía más ideas para él – y él, por supuesto, más gymkhanas que hacer en diferentes rincones del planeta.
En 2016 y 2017 llevaría el Ford Focus RX Supercar – fabricado por M-Sport al igual que los Focus y Fiesta del WRC – en el Mundial de Rallycross, con él y Andreas Bakkerud formando el equipo Ford Hoonigan. Los Focus parecían enormes comparados con los coches de la competencia, entre los que estaban gigantes como Sébastien Loeb, Timmy Hansen, Mattias Ekström (campeón en 2016), Petter Solberg (campeón en 2014 y 2015, además de ex campeón mundial de rallyes) o Johan Kristoffersson, pentacampeón mundial. Bakkerud logró tres victorias mientras que Block realizó algunas actuaciones destacadas en una disciplina donde podía competir con coches muy de su estilo.
Las andanzas por el WRX se acabarían a finales de 2017, antes de la desbandada general de marcas cuando se dudó en el paso o método de transición a propulsión eléctrica. Block seguiría con Ford dos años más, cambiando de aires a finales de 2020. El Grupo Volkswagen no desperdició la oportunidad y Block llevaría los colores de Audi en sus dos últimos años, llevando tanto coches históricos como el ‘Hoonitron’. No se limitó a llevar Audi, sino que también pilotó un ‘Hoonipigasus’, un Porsche 911 monstruoso con unos 1.400 caballos de potencia modificado para ganar en la Pikes Peak. Por desgracia no pudo ser, pues una avería provocó una rotura irreparable en el motor.
Al mismo tiempo, sus dos últimos años a nivel competitivo han sido muy interesantes. Y es que fue subcampeón del campeonato americano de rallyes en ambos años, el primero con Subaru y el segundo con un Hyundai i20 Coupé WRC ex oficial, bridado para adaptarse a la particular normativa del ARA. Solo un accidente en el último rallye del año le impidió ser campeón. En 2022 su esposa Lucy corría con un Ford Fiesta Rally3 mientras que su hija Lia estaba en otro peldaño, logrando victorias de categoría con su Ford Fiesta R2T (antecesor del Rally4 actual). La misma Lia que ya ha aprendido a hacer derrapadas como su padre, aparece en algunos vídeos y estaba modificando junto a él un Audi Quattro de 1985.
El legado que deja Ken Block es enorme – y sus millones de seguidores en las diferentes redes sociales son tan solo la punta del iceberg. Su carisma, su forma de ver el motor – tan americanísima y tan diferente de la tradición en el motor en Europa y, en definitiva, la vida, han impregnado a muchos fans de todo el mundo. Es por ello que el mundo del motor está de luto. Casi seguro que en este 2023, en su honor, van a quemarse muchas, pero que muchas ruedas para hacer arte en la carretera.
Desde Cars & Pizza, mandamos nuestras condolencias a todo Hoonigan y toda su familia. Descansa en paz, genio.